viernes, 3 de junio de 2016

13-BÚSCAME-- 14-FARISEOS

13 -BÚSCAME
Llevas en cruces y medallas mi rostro que nunca has visto, cuando en el prójimo que habito me evitas. Si me buscas ponte al lado de los que sufren, en la herida invisible de la tristeza enquistada que lentamente seca el pozo de la utopía.
Búscame en la sonrisa abierta de un niño que al aire lanza sonidos transparentes: ilusiones y cantos por descubrir. También en ese otro niño tristón -jaula esquelética de ojos saltones- que espanta con terror las moscas que chupan sus agrietados labios en la nada de unos pechos vacíos.
Búscame en los ríos y lagos, en las montañas que te rodean, en las raíces del árbol milenario que extrae de la tierra todo saber.
Búscame en tus gestos y en tus palabras, en el corazón de tu amada o en el miedo de un insomnio inquieto que pone angustia en el despertar. Búscame en la lucha eterna del fuego y el agua, en los ruidos que profanan tus oídos robándote momentos de intimidad; en las viejas piedras de voces silenciosas que duermen su sueño perdido esperando la mano que les haga hablar.
Y allá, en la última ola de la solitaria playa -paisaje infinito de sorpresas lleno- tal vez encuentres lo que tus ojos buscan: nubes mágicas alborozadas, sonidos que renuncian al tiempo porque la noche y el día ya no luchan por triunfar.

Pabllónpuente sobre el Ebro en Zaragoza
14 - FARISEOS
Basta ya de la caridad con foto en anuncios programados; de fingidas sonrisas ante la dádiva a otros robada; de farsas y espectáculos bien dirigidos que entre el grito y el fuego del aplauso olfatean la bendición del beneficio.
A vosotros, altivos pregoneros de primaveras falsas, bondadosos fariseos de riquezas escondidas. A vosotros, hombres de fe amasada junto al hervor de la ignorancia. A vosotros, traficantes de los sueños y del poder, con la humildad de un corazón generoso os pregunto:
¿Por qué vueltas y vueltas de noria al gran teatro del mundo derrumbando a zarpazos la belleza del paisaje, la esperanza, sueños e ilusiones de la gente sencilla? ¿Por qué el gemido oscuro del hambre sigue hinchando las tinieblas, perdiéndose en el mar cuyas playas enrojecen por tanta muerte, cerrando los relojes del progreso a quienes más lo necesitan?
¿No os escuecen los labios por tanta promesa incumplida? ¿No os habéis preguntado que satisfechos de la suerte gratuita os convertís en mirones obscenos del dolor ajeno?
Nunca las flores de vuestro extraño jardín vivirán más tiempo de lo previsto en su cuna. Y aquellas promesas que en vuestro beneficio cantasteis, en lanzas se convertirán cuando descubráis la verdad de vuestras mentiras.

Puente III Milenio sobre el Ebro en Zaragoza

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