El
hombre y su historia.
El Profesor Ángel Alcalá, era el prototipo de hombre moderno, del profesor distinto, intelectual, admirado, y en muchas ocasiones por su osadía, rompiendo moldes tradicionales. Era brillante, atractivo, cautivador, y muy bien preparado. Nacido en Andorra de Teruel, y educado en Alcañíz con su tío el Párroco del la Colegiata, D. Rafael Galve. Tocaba el piano divinamente y se expresaba con la misma atracción musical. Hoy es profesor en Nueva York, y el gran especialista en Miguel Servet.
El Profesor Ángel Alcalá, era el prototipo de hombre moderno, del profesor distinto, intelectual, admirado, y en muchas ocasiones por su osadía, rompiendo moldes tradicionales. Era brillante, atractivo, cautivador, y muy bien preparado. Nacido en Andorra de Teruel, y educado en Alcañíz con su tío el Párroco del la Colegiata, D. Rafael Galve. Tocaba el piano divinamente y se expresaba con la misma atracción musical. Hoy es profesor en Nueva York, y el gran especialista en Miguel Servet.
El primer año nos impartió Psicología
Metafísica, y el segundo año Psicología Experimental. Era Capellán del Colegio
Mayor de Estudiantes “Pedro Cerbuna”, sustituyendo al irónico y “cuasi burlón”
de D. Luis Borraz. Estaba pues en condiciones de apoyar todavía más el
acercamiento del Seminario a la Universidad.
Un día se acompañó en clase de un médico
joven que practicaba el hipnotismo. Nos dio una buena sesión práctica de
hipnosis. Personalmente descubrí, porque me presté a ello, que si no te
entregas incondicionalmente al hipnotizador, no es fácil que se logre el estado
de hipnosis. Creo que sólo el que quiere puede ser hipnotizado.
Los apuntes ciclostilados de Psicología
comenzaban también con un dibujo en el que se veía una mesa de operaciones, con
el paciente tendido sobre ella y maniatado, un cuchillo clavado en su abdomen,
un médico con sus manos sobre el pecho y la cabeza, y el otro ayudante
señalando un serrucho y un alfanje o cimitarra colgados en la pared. En primer
plano un gato aupado con la uñas afiladas esperando los despojos del paciente.
Al rededor, enmarcando la escena, seis cabezas de estudiantes con sus caras
descompuestas.
Decía: “Se pueden distinguir tres clases de
conocimiento humano, que han jugado un papel importante en la historia de la
cultura y que corresponden a tres períodos del desarrollo de la experiencia
humana”.
HUMANIDADES
(Ciencias)...FILOSOFÍA...TEOLOGÍA.
Filosofía (Edad antigua) - Teología
(E. Media) - Ciencia (E. Moderna).
“En cada uno de los pasos de una Edad a otra,
es decir, de un modo típico de saber a otro, se ha desarrollado una profunda
crisis intelectual y social, que ha encontrado los hombres que la resolvieran y
la encauzaran:
Platón y Aristóteles distinguieron
entre filosofía y conocimiento vulgar.
Santo Tomás distinguió entre Filosofía
y Teología.
Bacon y otros sabios del
Renacimiento posterior, distinguieron entre filosofía y ciencia.
Además, a cada uno de estos tres niveles de
conocimiento humano, al enfrentarse con el problema del hombre, que es el
objeto propio de la Psicología, ha correspondido un modo típico de definirlo:
Aristóteles define al hombre como animal
racional.
Santo Tomás, apoyado en la revelación, lo
define como persona.
Los psicólogos modernos, por ejemplo Watson,
Freud, etc..., lo consideran como un animal determinado en su conducta
por reflejos, por impulsos, etc...
“Es evidente que estos tres saberes se
complementan. El hombre debe ser estudiado desde los tres puntos de vista a la
vez. Ninguno excluye al otro, antes bien, pide su colaboración”.
“El objetivo de la psicología científica es
periférico, mientras que la filosofía tiene un objeto céntrico... La ciencia
estudia el obrar del hombre, la filosofía estudia el ser del hombre... La
ciencia utiliza métodos de investigación basados en la experiencia, la
filosofía de la naturaleza humana tiene bastante con los métodos simples de observación.
La Psicología integral debe aunar el análisis filosófico y la investigación
científica, de modo que la filosofía responda a los interrogantes fundamentales
acerca de la naturaleza del hombre, y la Ciencia resuelva analíticamente los
problemas de los fenómenos humanos que pueden ser observados y clasificados
experimentalmente”. (Brennan, op. cit. pp. 23 - 25).
Quizás este planteamiento pueda ayudar a
comprender la aceptación que ha tenido, en nuestros días, la aparición del
libro de Lou Marinoff “Más Platón y menos Prozac”. Ediciones B.S.A.,
2000. Barcelona. Como también todos los que se han escrito en esta misma línea
de la comprensión del hombre en su totalidad, por ejemplo “Inteligencia
Emocional” de Daniel Goleman. Editorial Kairós, S.A. 1996. Barcelona.
Alcalá nos daba un recorrido sobre la
Psicología: “en los pueblos primitivos: el animismo
(todo está animado por espíritus, porque todo tiene alguna actividad) o hilozoismo
(no hay distinción entre materia animada e inanimada; no tenían un concepto exacto
del alma). Factores de este teoría animista (psicológicos): 1) la
tendencia natural de los incultos (y los niños) a identificar el propio yo con
el medio ambiente; 2) el hecho práctico de la lucha por la existencia (la
naturaleza significaba entonces más que ahora para el hombre). Factores (filosóficos):
1) la cultura primitiva de Tylor, Wundt, etc. nació por asociación al observar
los fenómenos extraordinarios de la muerte y el sueño, (el hombre primitivo no
tenía el concepto de causa); 2) la teoría de André Lang, y W. Schmidt, que
niegan fundamento real a la teoría anterior, dicen que tales fenómenos
contribuyeron pero la base principal son los fenómenos ordinarios de la vida, a
base de la idea de causalidad que ya poseían los primitivos.
Pasábamos a la Psicología bédica y
brahamánica (panteísmo, metamorfosis o reencarnación, etc.). Nos metíamos
en la Psicología de los griegos: Platón, Aristóteles, Tales, Anaxágoras,
Pitágoras, Heraclio, Parménides, Empédocles, Leucipo y Demócrito.
Seguíamos con Almeón de Crotona, Hipócrates,
Georgias y Protágoras. Nos deteníamos en la época socrática. Estudiábamos la
sensación, la intelección, el apetito sensitivo y el intelectivo, etc., etc...
Nos “bañábamos” en el estoicismo y en el
epicureismo. Demócrito, Epicuro, Zenón de Citio, Crisipo, Lucrecio Caro,
Cicerón, Séneca, Herasistrato, Herósimo, Galeno, Filón de Alejandría, Plotino,
eran nombres e ideas que iban calando en nosotros. Avicenna, Averroes, Vicebrón
y Maimónides, tanto árabes como judíos eran estudiados, al menos someramente,
por nosotros.
Quiero recordar, a modo de esquema y de guía,
el orden expositivo que Alcalá hacía:
A.- La Psicología en los Pueblos Primitivos:
animista; bédica y brhamánica; la psicología aportada por los griegos (Platón,
Aristóteles, Anaxágoras, etc...Época socrática - 450-300 a. Cr.).
B.- Época postsocrática: estoicismo y
epicureismo...
C.- La Psicología de San Pablo y de San
Agustín.
San Agustín (354-430) que habla
frecuentemente de problemas humanos. Influenciado por el platonismo, y que
intenta entender al hombre desde sí mismo (interiorismo). Emplea la
introspección como método sistemático de investigar la naturaleza del hombre.
Será la conciencia del hombre la que aparece en primer término. Le seguirán
hombres como S. Anselmo, S. Buenaventura, Ockan, Descartes, Leibniz, Bergson,
etc...
D.- La Escolástica adulta: S. Alberto Magno,
Roger Bacon. Santo Tomás de Aquino (1225-1274): interesa subrayar “sus puntos
más personales” en las discusiones psicológicas propias de su tiempo. “La unión
substancial de cuerpo y alma” como co-principios del hombre. Por eso el cuerpo
es concausa o al menos condición en las operaciones más espirituales del
hombre. Alma inmaterial, alma inmortal, y sin embargo alma creada. Alma única
que produce los diversos grados de la vida en el hombre. Su teoría del
conocimiento es de un nivel metafísico; el alma se conoce por sus actos, no por
su esencia; el conocimiento tiene por objeto propio lo universal. Seguirán
hombres como Juan Duns Scoto (1270-1308); Guillermo de Ockam (1295-1347); Juán
Buridano (+1350); Juán Eckart (1260-1327).
E.- La Escolástica moderna y actual:
Francisco Suárez (1548-1617); Luis Vives (1492-1549); Giordano Bruno y Tomás
Campanella; Fox Morcillo y Telesio; Gómez Pereira y Theofrasto Bombastus;
Miguel Servet; Juan Huarte de San Juan, Francisco Vallés.
F.- La Psicología en la filosofía moderna:
Bacón de Verulan (1541-1636); René Descartes (1596-160).
G.- La Psicología postcartesiana.
H.- El Racionalismo: Blas Pascal (1623-1662);
Arnold Geulincx (1625-1669); Nicolás Malebranche (1623-1715); Baruch de Spinoza
(1632-1677); Guillermo Leibniz (1646-1716); Cristian Wolff (1679-1754).
I.- La corriente empirista: Tomás Hobbes
(1588-1679); Juán Locke (1632-1704); Jorge Berkelei (1685-1753); David Hume
(1711-1776).
Y finalmente hacía un recorrido sobre lo que
se concebía sobre el hombre en la Ilustración. Recordábamos hombres como
Voltaire (1694-1778); Etienne Bonnot de Condillac (1715-1780); Julien Offray de
la Mettrie (1709-1751); Lessing, Herder, y Kant (1724-1804).
Posteriormente vendría la filosofía
idealista: Fichte; Schelin (1775-1854). La filosofía realista: Fries
(1773-1843); Herbart (1776-1841), entre otros.
En el segundo curso que dimos con Alcalá
nuestra visión se hizo más teórico-práctica estudiando la Psicología
Experimental.
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